Espera
ahi, no cruces la calle solo, sin la mano de mama. Nevamente domingo, a la iglesia,
ver esa gente mendiga de estatuas, veladas de tanta vela y latin, no se porque justo ahi me daba siempre por mear, resoplaba de fastidio, y lograba mi cometido de quedarme mirando desde el aljibe del patio el taller del pelado, y esos lustrosos autos, tambien ahi conoci al colorado, que no se como se las ingeniaba para salir del atrio, aun seguimos amigos ,de aquel año del catecismo, donde robabamos las hostias y en casa le poniamos dulcedeleche, con el como si fuese hoy lo recuerdo, en segundo me hice mi primer chupina, a remar al parque y manzana azucarada, y al llegar a casa como si nada, total nadie preguntaba.